“En aquel tiempo, la gente le llevó a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos trataban de impedirlo. Al ver aquello, Jesús se disgustó y les dijo: “Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Después tomó en brazos a los niños y los bendijo imponiéndoles las manos”. Mc 10, 13-16.
ORIGEN Y TRADICION
En nuestro país, la tradición de presentar a los niños al templo tiene sus orígenes en la época de la Reforma. En ese tiempo, se solía ofrecer una misa de acción de gracias por la vida del infante (niño o niña), pues se consideraba que a esa edad ya había consolidado su existencia, dada la alta mortalidad infantil de la época.
También se hace referencia a la Fiesta de la Candelaria, y tiene su origen en la presentación del niño Jesús en el templo y la purificación de María, narradas en el evangelio de San Lucas (2, 22 y ss.). Según el texto evangélico, la Virgen y San José se presentan en el templo 40 días después de haber nacido el niño (cf. Lev 12, 2-8), para ofrecer las víctimas por la purificación de la madre, y para consagrar al primogénito varón (Ex 13, 2), según la ley de Moisés. Entonces, cabe aclarar que, la costumbre era únicamente presentar en el templo al primogénito varón, y esto, a los 40 días de nacido (no a los 3 años).
Presentación de los tres años. Esta celebración es más bien, una acción de gracias por la vida del infante. Es también la oportunidad de pedir la bendición de Dios en la vida del niño, así como un momento para pedir la ayuda divina sobre papás y padrinos del infante, para que puedan cumplir con los compromisos que adquirieron con sus hijos cuando los llevaron a bautizar, de enseñarles la fe y el amor a Dios, principalmente por la vivencia de valores y actitudes cristianas en su familia y en su medio ambiente. También es muy adecuado durante esta acción de gracias, un momento para que los padres ratifiquen los compromisos bautismales para con sus hijos, y así ayudarlos a valorar sus dichas promesas.
Requisitos
Estar registrados en la parroquia.
Llamar a la oficina por lo menos dos semanas antes de la fecha deseada.